miércoles, 11 de junio de 2008

Bibliotecas públicas luchan por dejar rezago tecnológico


58 CENTROS SIN CONEXIÓN EN RED, CON DÉFICIT DE SERVICIO DE INTERNET

Sistema Nacional de Bibliotecas busca $270.000 para montar una ‘intranet’

Solo hay una persona para dar mantenimiento a 400 computadoras

ÁNGELA ÁVALOS R. | aavalos@nacion.com

En pleno siglo XXI, las bibliotecas públicas costarricenses todavía están buscando cómo conectarse en red para intercambiar y actualizar información, y cómo encontrar financiamiento para comprar un programa que administre sus servicios digitalmente.

La evidencia del rezago tecnológico –calculado, el año pasado, en dos décadas–, es mucha.

Como ninguna de las 58 bibliotecas (incluida la Nacional) está en red, un funcionario debe visitarlas, una por una, para actualizar la base de datos con ayuda de un CD.

Ante ese panorama, la directora del Sistema Nacional de Bibliotecas (Sinabi), Margarita Rojas, reconoce que todavía se trabaja a “un nivel muy elemental”.

En Moravia, un cantón a escasos 10 minutos en carro del centro de San José, no hay acceso directo a Internet.

Los casi 200 usuarios mensuales de ese cantón que solicitan información de Internet, deben esperar hasta tres días para obtenerla, pues ese es el tiempo que el sistema tarda en bajar la información, dijo la bibliotecaria Monserrat Blanco.

Tampoco es fácil para el Sinabi cambiar los programas y las computadoras con la frecuencia necesaria. Primero, porque solo tienen a un funcionario disponible para dar mantenimiento a 400 aparatos en todo el país, y segundo, porque el presupuesto anual para mantenimiento apenas supera los ¢300 millones, y se necesita el doble para dar soporte a las necesidades básicas.

Contrastes. Se calcula que, anualmente, más de 1,3 millones de personas requieren de estos servicios.

Son gente de escasos recursos, que no puede aspirar a tener Internet en sus hogares.

Rojas dijo que, lejos de disminuir, la demanda de servicios sube año con año. Por eso mismo, agregó, el interés de esta administración es aliviar los déficits que enfrentan la mayoría de bibliotecas del país.

El Sinabi, por ejemplo, necesita conseguir financiamiento por $270.000 para comprar un programa que le permita manejar, digitalmente, todos los servicios que da.

Aún no se sabe de dónde se va a sacar ese dinero, que servirá para el portal y la intranet .

Por ahora, se hacen esfuerzos para mejorar las condiciones de la Biblioteca Nacional, y se ha logrado que, por año, se incremente en un 6% el presupuesto del Sinabi.

Para este año, ese presupuesto supera los ¢2.400 millones.

La esperanza es que la Asamblea Legislativa apruebe el proyecto de ley del Sistema Nacional de Bibliotecas (proyecto número 16.921), que le daría al Sinabi la potestad de controlar el patrimonio bibliográfico del país, y a las bibliotecas, de generar recursos propios.

“El gobierno solo no puede sostener todo el sistema. Se necesita más apoyo municipal en la construcción y mantenimiento de las bibliotecas”, dijo la funcionaria.

Según Rojas, de aquí a cinco años, se espera que la mayor parte de las bibliotecas tengan un importante componente virtual.

Además, se pretende aliviar el déficit que hay de 2.000 bibliotecarios y de 188 bibliotecas en todo el territorio nacional.

 Tomado del diario La Nación, lunes 9 de junio de 2008

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